Un propietario puede esperar que un profesional inmobiliario le brinde un servicio completo y efectivo en la intermediación de su propiedad para el arrendamiento. Al contratar a una agencia o empresa inmobiliaria, el propietario puede esperar que el profesional se encargue de:
Asesoramiento en la fijación del precio de renta: El profesional debe conocer el mercado inmobiliario y ser capaz de proporcionar un precio justo y competitivo para la renta de la propiedad del propietario.
Publicidad efectiva: El profesional debe utilizar técnicas y herramientas de marketing para promocionar la propiedad y atraer a posibles inquilinos. Debe contar con una amplia red de contactos y recursos para lograr una mayor exposición de la propiedad.
Gestión de visitas y selección de inquilinos: El profesional debe coordinar y supervisar las visitas de los posibles inquilinos y seleccionar a aquellos que cumplan con los requisitos establecidos por el propietario.
Negociación y elaboración del contrato de arrendamiento: El profesional debe ser capaz de negociar y redactar el contrato de arrendamiento, asegurándose de que se establezcan claramente los términos y condiciones que protejan los intereses del propietario.
Manejo de conflictos y mantenimiento de la propiedad: El profesional debe estar disponible para manejar cualquier conflicto que surja durante el periodo de arrendamiento, así como para coordinar y supervisar el mantenimiento y las reparaciones de la propiedad.
En resumen, un propietario puede esperar que un profesional inmobiliario le brinde un servicio completo y personalizado para el arrendamiento de su propiedad, asegurando que el proceso sea lo más fácil y exitoso posible.
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